El cuerpo de la mujer embarazada cambia y evoluciona para adaptarse a las necesidades del bebé en gestación. Uno de los cambios más notables es el aumento de líquidos (sangre, linfa, agua,…) y su circulación en muchas ocasiones se complica haciéndose lenta y provocando incómodas retenciones, especialmente en piernas y tobillos.
El drenaje linfático es una técnica de fisioterapia súper efectiva y segura para aliviar los síntomas de la retención durante el embarazo.
Reduce la retención de líquidos
Mediante presiones ascendentes y movilizaciones suaves se estimula el sistema linfático y ayudamos a eliminar el exceso de líquido y reducir la hinchazón, acabando con la sensación de pesadez.
Mejora la circulación sanguínea
El aumento del volumen sanguíneo durante el embarazo puede generar una carga adicional en el sistema circulatorio. El drenaje linfático mejora la circulación sanguínea y favorece el transporte de nutrientes esenciales hacia el feto, contribuyendo así al desarrollo saludable del bebé.
Alivia de molestias musculares
El crecimiento del útero ejerce presión sobre la musculatura que lo sustenta, provocando molestias y tensiones. El drenaje linfático reduce la inflamación y alivia esas incómodas molestias.
Fortalece el sistema inmunológico
Durante el embarazo, el sistema inmunológico de la mujer experimenta cambios para proteger al feto. Mejorar la circulación de la linfa, contribuye al fortalecimiento del sistema inmunológico, ayudando a la gestante a combatir posibles infecciones y enfermedades.
Relaja y reduce el estrés
Además de los beneficios físicos, el drenaje linfático también puede tener un impacto positivo en el bienestar emocional de la mujer embarazada. Las sesiones proporcionan momentos de relajación y conexión con el propio cuerpo, disfrutando de un tiempo dedicado a cuidarse y conectarse con su bebé.