El parto es una experiencia muy intensa tanto física como emocional y, tras los nueve meses de gestación, el cuerpo debe recuperarse.
Es importante respetar sus tiempos de reposo, pero la fisioterapia puede mejorar y acelerar esa recuperación con técnicas para drenar el exceso de líquidos, conectar con la musculatura del suelo pélvico y del abdomen y mejorar los dolores propios del parto, las posturas de la lactancia y la falta de horas de sueño.
Tras la valoración positiva de suelo pélvico y abdomen, podemos comenzar a trabajar para recuperar la condición física pregestacional y fortalecer nuestro cuerpo.
Además, no hace falta que te desplaces. Acudo a tu hogar para cuidar de ti mientras estás con tu bebé.
¿Cuáles son las patologías más frecuentes?
Cervicalgia
La falta de sueño, la postura durante las tomas, tener al bebé en brazos,… hacen que la musculatura del cuello y los hombros se fatigue y contracture.
Es normal notar que ese dolor se irradia hacia la cabeza, provocando sensación de mareo, o hacia los brazos, notando pesadez e incluso hormigueo.
La fisioterapia puede aliviar estas molestias, además de indicarte que posturas y ejercicios son los más adecuados en esta nueva etapa para evitar la recaída.
Dolor abdominal
Tras el parto es habitual sentir que el abdomen «no está en su sitio». Pueden surgir dolores abdominales y pélvicos, trastornos en la digestión y problemas para la evacuación.
Mediante fisioterapia visceral, tratamos los tejidos y órganos abdominales recuperando su funcionamiento y aliviando las molestias.
Lumbalgia y dolor sacroiliaco
La pérdida de fuerza abdominal tras el parto, los cambios hormonales, el reposo y las posturas imposibles para adaptarse al bebé pueden provocar dolor en la zona lumbar.
Es muy habitual sentir dolor en el sacro (el hueso grande que sostiene la columna vertebral) e incluso notar que el dolor desciende por las piernas.
En las sesiones de fisioterapia aliviamos el dolor, comprendemos qué hábitos son lesivos y aprendemos a evitarlos, comenzamos a conectar con nuestra musculatura abdominal casi olvidada y recuperamos nuestra movilidad y calidad de vida.
Dolor de cóccix
La coccigodinia suele surgir tras partos traumáticos en los que el cóccix sufre una luxación.
El dolor agudo aparece al sentarse, especialmente sobre superficies blandas o inestables.
Mediante terapia manual, movilizaciones y estiramientos procuramos recuperar la posición del cóccix y aliviar la incómoda sintomatología de esta lesión.
Retención de líquidos postparto
Tras el parto, especialmente si hemos recibido grandes cantidades de suero y analgésicos, es habitual tener mucha retención de líquidos en miembros inferiores y abdomen.
Desde el primer día podemos comenzar a realizar drenaje linfático posparto facilitando al cuerpo la evacuación del exceso de líquidos, reduciendo la sensación de pesadez e iniciando el proceso de recuperación.
Diástasis abdominal
El crecimiento del vientre durante el embarazo puede provocar una separación excesiva de los rectos abdominales, quedando tras el parto una franja de separación acompañada de debilidad abdominal.
Es importante valorar el abdomen tras el parto y realizar una rehabilitación de la musculatura para recuperar su salud y funcionalidad pregestacional.
Cicatriz de cesárea
Cuando has tenido a tu bebé por cesárea, has recibido una incisión que ha atravesado 7 capas de tejido visceral. Es muy importante que todos esos tejidos cicatricen correctamente para evitar molestias, trastornos en la sensibilidad, problemas digestivos o dolor lumbar.
Gracias a diversas técnicas de fisioterapia podemos cuidar la cicatrización del tejido, evitar las adherencias, recuperar las molestias asociadas a la intervención y asegurar el control y fortalecimiento abdominal.
Patología de suelo pélvico: trastornos de la sensibilidad, incontinencia urinaria, dispaurenia, prolapso,…
Es muy importante realizar una valoración de suelo pélvico 6-8 semanas tras el parto para asegurar que no quedan secuelas, paliar las posibles molestias o patologías derivadas del parto y poder iniciar una recuperación física sin riesgos.
¿Cuándo puedo comenzar mi recuperación física?
Se puede recibir tratamiento de fisioterapia manual para paliar las molestias propias del posparto desde el primer día.
La práctica deportiva se podrá iniciar 6-8 semanas tras el parto siempre que exista una valoración favorable del suelo pélvico y abdomen.