Los cólicos del lactante son una preocupación común para muchos padres primerizos. Estos episodios de llanto inconsolable y malestar en los bebés pueden ser desconcertantes y agotadores.
¿Qué son los cólicos del lactante?
Los cólicos del lactante son episodios recurrentes de llanto y molestia en bebés aparentemente sanos y bien alimentados. Estos episodios suelen comenzar alrededor de las dos semanas de vida y alcanzan su punto máximo alrededor de las seis semanas, disminuyendo gradualmente a medida que el bebé se acerca a los cuatro meses de edad.
Causas de los cólicos del lactante
Aunque la causa exacta de los cólicos del lactante no se comprende completamente, existen varias teorías.
Factores gastrointestinales
- Proteínas de leche de vaca.
- Intolerancia a la lactosa.
- Intolerancia a azúcares.
- Inmadurez intestinal.
- Motilidad intestinal.
- Microflora fecal.
Factores biológicos
- Técnicas de alimentación (sobrealimentación, subalimentación y deglución de aire)
- Desregulación de la actividad motora intestinal.
- Aumento de serotonina.
- Tabaquismo materno.
- Helicobacter pylori en heces
Factores psicosociales
Los niños tranquilos que se desarrollan en un entorno saludable tendrían un efecto protector frente a los cólicos.
¿Cómo identificar los cólicos?
Los padres pueden reconocer los cólicos del lactante mediante patrones específicos de llanto. Un bebé con cólicos llora inconsolablemente, a menudo al final del día, y puede mostrar signos de malestar como encoger las piernas, apretar los puños e incapacidad de conciliar el sueño.
Se diagnostica cuando duran tres horas o más al día por lo menos tres días a la semana por un periodo de al menos una semana.
Estrategias para prevenir y aliviar los cólicos
- Controla las tomas: Observa que no entre aire cuando ingiere para evitar que se le produzcan gases.
- Verticalidad y balanceos suaves: Después de la toma evita tumbarlo, asegúrate de que saca los gases manteniéndole vertical y acompañándolo de ligeros balanceos.
- Masajes y calor: Masajear suavemente el abdomen del bebé en el sentido de las agujas del reloj y aplicar una compresa tibia o saco de semillas puede ayudar a aliviar la incomodidad abdominal.
- Cambios en la dieta: Si la madre está amamantando, puede ser útil evitar alimentos que puedan causar molestias al bebé, como los lácteos o ciertos vegetales.
- Tiempo boca abajo: Colocar al bebé boca abajo no sólo estimula su musculatura también puede ayudar a liberar gases y aliviar la presión abdominal.
¿Cuándo buscar ayuda profesional?
Si bien los cólicos del lactante suelen ser una fase temporal y benigna, es esencial estar atento a señales agravantes como cambios significativos en el patrón de alimentación, vómitos persistentes o fiebre.
Enfrentar los cólicos del lactante puede ser desafiante, pero es importante recordar que esta fase pasará. Con paciencia y amor, los padres pueden implementar estrategias para aliviar el malestar de sus pequeños y brindarles el apoyo necesario durante este período transitorio.
Siempre es aconsejable consultar con el pediatra para descartar problemas de salud subyacentes y obtener orientación personalizada.
Los fisioterapeutas pediátricos podemos ayudar a reconocer los patrones físicos que le generen malestar, enseñar técnicas a los padres para aliviar y expulsar los gases y reducir la irritabilidad del recién nacido.